La belleza está en el interior 2: los beneficios del té blanco

Los cuidados de nuestra piel no sólo se basan en los productos que aplicamos tópicamente sobre ella: cremas, aceites, serums, mascarillas... Todo eso está muy bien, pero más importante es aún, si cabe, cuidarla desde nuestro interior. Los tés son un arma ideal para conseguirlo. Por eso hoy os quiero hablar de una variedad especialmente útil para este cometido: el té blanco.

¿Sabíais que el té blanco es también conocido como el "elixir de la belleza y la juventud"? Es originario de China, donde se consume desde el siglo 420 A.C, momento en el que se empezaron a conocer sus maravillosas propiedades. Así, su uso se restringió únicamente a los emperadores, ya que decían que su consumo contribuía a la inmortalidad. Y si algún campesino lo probaba, implicaba pena de muerte.
El té blanco es conocido por su gran poder antioxidante, y esto se debe a su elevado contenido en polifenoles. Los expertos dicen que tiene más antioxidantes que ¡12 vasos de zumo de naranja! Es eficaz contra los radicales libres por lo que es muy útil cara la prevención del envejecimiento de la piel. Así mismo, ayuda a que ella misma sea capaz de luchar contra los propios cambios que supone la radiación proveniente del sol, para su regeneración y recuperación celular.
Además, tiene un gran poder depurativo, por lo que es adecuada para favorecer la eliminación de toxinas que se van acumulando en nuestro organismo. Su poder diurético contribuye a esta acción, con lo que además disminuye la retención hídrica, además de reducir la sensación de plenitud gástrica tras las comidas, ya que favorece la digestión.

Se dice también que tiene propiedades adelgazantes. Aunque yo no creo que ningún alimento o bebida sea adelganzate per se, sí que es cierto que en combinación con dieta y ejercicio, potencia sus efectos y beneficios. Es conocida por aumentar el metabolismo, favoreciendo la disminución de grasa corporal, así como los niveles de colesterol en sangre. De hecho, hay dietas que se basan en el consumo frecuente de este te, recomendando tomar uno con cada comida.
Y aún hay más, el te blanco potencia el sistema inmunitario, por lo que es la época adecuada para empezar a tomarlo. Incluso se le atribuyen propiedades anticancerígenas.

¿Y de sabor qué tal? Como todo, depende de gustos. A mí personalmente me gusta más otro tipo de tés, sobre todo el rojo, pero este también me gusta y lo tomo de vez en cuando. Yo los tés los suelo tomar solos, pero también se le puede añadir un poquito de azúcar (mejor moreno), o incluso tomarlo con leche.

Pero los usos del té blanco van más allá de una simple bebida. También puedes usar la infusión como un tónico facial. Después de la limpieza diaria de la piel, ayuda a cerrar los poros, aportando mucha hidratación, Además los famosos antioxidantes ayudan a prevenir el fotoenvejecimiento cutáneo. Por otro lado, potencia el bronceado. Y es que los principios activos del té blanco son tan valorados, que se han empezado encontrar desde hace relativamente poco en algunos productos cosméticos.

Y vosotras, ¿Sois consumidoras habituales de este tipo de té? ¿Os gusta?